Y así toda una vida. Hasta que seamos valientes. Hasta que estemos preparados.

Seguramente ni una cuarta parte de las cosas que te rodean te recuerden a mi, y sin embargo todo lo que me rodea me recuerda a ti. Tengo una historia nuestra por cada rincón a donde voy. Te imagino a mi lado en cualquier parte del mundo. 

¿Eres feliz?

Usamos la palabra felicidad casi a diario, con total seguridad de que sabemos de qué hablamos y sabemos que esa palabra la sentimos más o menos cada uno de nosotros.

Ahora pregúntate a ti mismo, ¿eres feliz?, y verás la cantidad de incógnitas que te vienen a la cabeza. Problemas sin resolver, ya sea porque no te ves capaz o simplemente por que no estás al cien por cien seguro de que eso sea un problema que te impida llegar a ser feliz.

Ahora piensa en esos problemas, ¿te crean un nudo horrible en el estómago que apenas te deja respirar? Entonces ahora vuelve a cuestionarte la pregunta.

Así pues, deja de usar con tanta facilidad esa palabra, que bendita sea la persona que sienta semejante sensación de paz. Por que si de algo estoy segura, es de la paz que te tiene que traer en la vida la felicidad. 

Poder burlar al tiempo.

Solía pensar que su sonrisa era inigualable. 
Y que no había mirada como aquella.

He dejado de pensar porque me canso de tener razón. 

Las mandarinas de Zahara.

Todavía no he aprendido a controlar esto, que no sé exactamente qué es, pero que tiene algo que ver con el amor, el cariño, el de siempre...y toda esa mierda.
Pero si me prometes que lo próximo será estar juntos para siempre podré soportar seguir así.